El paradigma digital

El desarrollo tecnológico de estos últimos cuarenta años ha permitido la creación de sistemas capaces de procesar, almacenar y transmitir enormes cantidades de información de diversa naturaleza (alfanumérica, visual, sonora, iconocinética, etc.) permitiendo la realización de muchas tareas con una efectividad inimaginables con los sistemas tradicionales. Todas las actividades del ser humano utilizan de alguna manera u otra estos sistemas: ordenadores, redes, periféricos de salida, periféricos de entrada, dispositivos de almacenamiento, etc. adecuados a los distintos trabajos.
 
La clave de toda esta revolución está en el tratamiento digital de la información. Merced a ésta cualquier información es susceptible de ser transformada en una serie de datos discretos (binarios) que en forma generalmente de impulsos eléctricos (aunque puede tener otra naturaleza) son tratados por mecanismos electrónicos que los procesan para las tareas a que son dirigidas (cálculo, transmisión por red, tratamiento para cualquier fin).
Para muchos autores la digitalización ha significado una de las grandes revoluciones de la humanidad, como en su momento lo fue la imprenta y anteriormente la rueda o el fuego. Lo digital se caracteriza por presentar un orden inmaterial, por carecer una realidad material a base de agregados de átomos sino únicamente por unidades de información en forma de señales. Es decir, la información no está inscrita en un soporte, como el papel, sino codificada en forma de energía modulada. Esta especial configuración es la responsable de la versatilidad del soporte, al admitir en su seno mensajes situados tanto en el tiempo como en el espacio (textos, fotografías y gráficos, películas, sonidos, etc.). En relación con esta característica encontramos otra; la inaccesibilidad al sistema perceptivo humano. Esta peculiaridad, iniciada por el registro sonoro (discos y casetes) y por la imagen electrónica (televisión y vídeo), marca una ruptura con los medios anteriores (papel, película fotográfica, etc.). Es necesario la incorporación de unos agentes transductores (monitores, impresoras, altavoces, etc.) capaces de convertir unas señales eléctricas en magnitudes ópticas o sonoras para hacer posible su aprehensión (verla y/o oírla).
Como resultado de las posibilidades ofrecidas por el medio digital se han desarrollado nuevas formas o se han potenciado las existentes en los campos de la comunicación (por ejemplo, la videoconferencia), la educación (web tutoriales, programas de autoformación, etc.), el arte (infografía, fotografía digital, etc.) y el ocio (videojuegos).